sábado, 3 de noviembre de 2012

KDD CIERRE TEMPORADA 2012






 Último domingo del mes de octubre de 2012 y por lo tanto última salida oficial de la temporada para la Sociedad Ciclista Vitoriana, y como siempre a las 9:00 horas en la fuente de Los Patos.

Miembros presentes de la grupeta………………., ninguno!!!!!!!!!! Esperamos a las 9:30 h, a la salida de la B, que últimamente hay algún que otro miembro que ha preferido y cito textualmente “ser cabeza de ratón a cola de león”. A las 9:30 horas tampoco aparece ningún miembro de la grupeta!!!!!!!!!!, Que pasa????? El día no es bueno……., es más……., es horrible………., incluso ha caído la primera nevada (como efecto climatológico para los mal pensados), pero eso no es motivo para que no aparezca nadie en la quedada oficial, después de lo que hemos pasado durante todo el año……….

Que no cunda el pánico, los miembros de la grupeta están todos sanos y salvos y más fuertes que nunca………., si no fue nadie a la Fuente de Los Patos es porque esta grupeta está muy bien organizada y atendiendo órdenes de equipo la concentración se llevaba a cabo en la rotonda de los sábados, a las 9:00 h AM en primera convocatoria y a las 10:00 h AM, en segunda convocatoria…….

A la de las 9 horas solo fue M.A. pero en una acción solidaria que le honra decidió esperar hasta la segunda convocatoria donde la asistencia fue masiva. De hecho es más fácil nombrar a los que hicieron pira que a los que asistieron pero en honor a los presentes diremos que los asistentes fueron M.A., Andoni, Miguel, Jose, J.J., Javi Txiki, Joe, Eugenio, Felipe, Dani, Enrique, Ramón, Txumari, Javi “El Profe” y Sergio.

Salimos todos en dirección Agurain todos juntos a excepción de Ramón, Enrique y Daniel que por motivos ajenos a la organización fueron por libre.

Durante el transcurso de la etapa y a pesar de la climatología se fue de charleta tranquilamente, sin intentos de fuga, ni cambios de ritmo en las subidas, ni nada que nos hiciera sufrir lo más mínimo en el transcurso del trayecto fijado por el director del equipo.

Una vez en Agurain, concentración de los integrantes de la grupeta en el lugar de firmas y a llevar a cabo un ligero avituallamiento para preparar el camino de vuelta.

El avituallamiento estuvo conformado por unas viandas que nos aportaron gran cantidad de energía y con apenas en ligero aporte calórico como huevos con chorizo, jamón o lomo o chipirones, y todo ello regado por la bebido de los campeones…………., el kalimotxo.

Como punto final, un poco de cafeína, que en algún caso estuvo adulterada con un poco de ron, pero según la última normativa de la UCI, esto no es doping.

El camino de regreso fue similar al de ida, tranquilidad entre los asistentes, aunque con las energías recogidos más de uno tuvo que contenerse para no atacar.

Como punto final nos volvimos a concentrar en el Arkatza, donde tomamos las bebidas energéticas de recuperación necesarias para evitar agujetas, o lo que es lo mismo unas Kañitas Tostadas.

Ahora me surgen las siguientes preguntas…………., ¿cómo es que con el día que hacía ninguno de los asistentes se mojó por fuera?, ¿cómo puede ser que sabiendo cómo somos no hubiera escapadas, ni acelerones en los repechos y todo fuera cordialidad entre los presentes?, ¿cómo es que había tantos miembros de la grupeta presentes?

Estas y otras preguntas que puedan surgir se podrán ir resolviendo a través de los comentarios y fotos anejas……..

Y con esto se da por finalizada la TEMPORADA CICLOTURISTA 2012, a partir de ya comienza la preparación de la próxima 2013, con retos conocidos como La Vitoria o la Blanc y otros desconocidos para otros como la Quebrantahuesos, los Lagos de Covadonga y quien sabe que más…….

lunes, 8 de octubre de 2012

Crónica del 23 de septiembre de 2012





Nos levantamos y le damos un vistazo al recorrido que toca hoy, una vez comprobado que vamos hacia el sur toca revisar el tiempo, temperatura muy buena, pero avisa que pueden existir rachas de viento fuertes, pero que sopla en sentido sur-norte, así que toca venir volando, perfecto. Ahora tocar mirar por la ventana y la verdad es que la temperatura es buena, pero no hace ni gota de viento, así que mejor, que mejor.

Vamos hacia la Fuente de los Patos, suave, suave, hay que ir calentando poco a poco, que ayer también salimos Juan, J.J. y Sergio y algo se nota en las patas, que todavía tiemblan cuando se han dado cuenta que hay también les toca dar pedales.

En el punto de encuentro afluencia media de gente, y de la grupeta Joselito, Felipe, Ramón, Juan y Sergio.

Partimos rumbo al puerto Zaldiaran y a pesar de algún revoltoso que otro que intenta acelerar el ritmo del pelotón se sube “cómodo” (notar que está entre comillas y con letra cursiva). Se corona y aquí es donde se acelera del ritmo de modo importante, en la bajada y ya en prácticamente todo el trayecto hasta Haro, donde nos encontramos con bastantes ciclistas a los que, como no podía ser de otro modo, los adelantamos con una facilidad pasmosa.
En el trayecto hasta Haro comienza a hacer acto de presencia el viento, pero no es importante y la verdad es que esa será la tónica de todo el día, viento que da por todos los lados menos de detrás, aunque sí bastante por detrás, pero sin que suponga un entorpecimiento excesivo para la marcheta.

Una vez pasado Haro y antes de llegar a Briones es donde nos encontramos con unos furtivos de la grupeta que misteriosamente iban por delante nuestro, pero que habían pinchado y estaban arreglando la rueda. Estos son J.J., Javi Txiki y Enrique. Aquí es donde Juan, conocida por todos su pericia para el arreglo de pinchazos, decide detenerse a ayudarles, el resto, totalmente insolidarios continuamos para adelante.

Subimos las rampas hacia Briones, de aquí vamos San Vicente de la Sonsierra con su correspondiente repechón que se sube bastante alegremente y desde aquí hasta Rivas de Tereso, donde resulta pelín pestosillo el último tramo, con una cuesta que no parece cuesta, un aire que parece que no sopla, y un ritmo que parece que se vá despacio, pero que van calentando las patitas de forma alarmante y cuando por fin ves las casas del pueblo, das las gracias por no tener que continuar subiendo y poder parar un poco.

Paramos para llevar a cabo la firmas y allí que nos los encontramos……….., tomando tranquilamente una cocacolita en una silla todo pachorros………., LOS QUE HABIAN PINCHADO QUE NOS HABIAN ADELANTADO!!!!!!!!!! Son Indurains???????, Contadores?????, vuelan??????, se pueden hacer invisibles?????? NO!!!!!!, que como se habían quedado muy rezados del grupo por el pinchazo y para no hacernos esperar mucho en las firmas…….., pues habían tomado un atajillo……., pero siempre y en todo momento pensando en el resto de la grupeta…….., faltaría más……

Retomamos fuerzas y partimos con pereza pues desde el minuto cero toca subir el puerto de Rivas de Tereso, que no es que sea una pared, pero es largo, y así en frío, después del descanso, pues da pereza.

Comenzamos subiendo despacito, y allí que vemos que un miembro de la sociedad…., cercano a la grupeta…….., veterano……., con mostacho blanco……, reputado cicloturista cuando le cuenta a la mujer las palizas que nos dá en la carretera (no voy a dar más pistas que luego todo se sabe y hay cosas que se tienen que quedar en el asfalto), vemos que se empieza a rezagar, a pesar de que había salido un poco antes para ir tomando ventaja.

Preocupados, le preguntamos a ver si necesitaba algo, si estaba bien……., porque sus labios permiten intuir una leve sonrisa (en condiciones normales cuando se vé que uno flaquea el resto lo que hace es tirar más fuerte, pero en este caso hubo excepción) y he aquí que nos enteramos que todo lo que alcanzaban a ver nuestros ojos le pertenecía y que lo estaba disfrutando……., FLIPA!!!!!!!!, como no podía ser de otra manera lo dejamos atrás y que subiera como pudiera, no le volvimos a ver en el resto del día.

Antes de coronar el puerto de Rivas pudimos adelantar a algún pro rezagado y darle ánimo diciéndole que ya le quedaba poco (que mala leche tienen algunos) y el contesto que es que no tenía prisa, pero una vez en la bajada nos adelantó como una exalación.

Bajada del puerto y una vez en Peñacerrada pues dirección Vitoria-Gasteiz, a ritmo alegre subiendo y bajando las cuestecillas, para llegar al Puerto Vitoria, meter hierro y subida tranquila con bajada, como no podía ser de otro modo, al Arkatza. El resto ya no lo cuento, pero solo adelantaré que acabamos en un bar regentado por gente con rasgos orientales.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Salida del 16 de septiembre del 2012


Un nuevo domingo y una nueva salida de la Vitoriana, ahora en horario invierno, a las 9:00 h AM.
La grupeta bien representada con Ramón, Felipe, Juan, Miguel, Javi Txiki, Joselito, Enrique y Sergio y un nuevo fichaje para la etapa que venía ya vestido de amarillo pues se sabía de antemano que iba a ser el líder de la jornada. David (hijo de Enrique), fenómeno de la bicicleta que gana carreras como un campeón, y ya lo dice el dicho………., de tal palo tal astilla.
El sábado en general había sido excesivamente sosegado para unos y más durillo para otros. A modo de ejemplo tenemos a Juan y Joselito que anduvieron de playita (masaje y baño), Felipe también estuvo en la playa pero lo que hizo fue andar, andar y andar y encima subiendo y bajando escaleras -San Juan de Gastelugatxe- (tiene que aprender de los dos primeros), Miguel no tuvo otra idea que subir a Anboto y bajar corriendo (hay que recordarle que es ciclista no maratoniano de montaña, que esas cosas las hacen las cabras), David tuvo carrera el sábado, 120 km, cuatro puertos y 40 km/h de media (la verdad es que no se le notaba nada y si tuvo algún rasgo de sufrimiento en su cara no se le pudo ver porque lo único que le veíamos era el trasero) y Ramón y Sergio subieron Urkiola (en bici por supuesto), haciendo un total de 115 km.
Partimos en dirección Gopegi a un ritmo caribeño que nada tiene que ver con las salidas habituales de la Vitoriana, prácticamente había que mantenerse en equilibrio sobre la bicicleta, pero una vez que llegamos a la rampa de Manurga comienzan a aparecer las primeras hostilidades de la jornada y el ritmillo se aviva, aunque hay está David para mantenerles calmados enseñándoles los dientes.
En Murgia nos reagrupamos todos hasta que llegamos al cruce de Izarra, donde en la subida de La Piedad se desmonta el pelotón y los fuertes empiezan a tirar para adelante.
Este tramo hasta el alto de la Barrerilla resulta muy pestoso, con continuos sube y bajas y se acaba atomizando de modo definitivo todo el grupo.
Bajada rápida de La Barrerilla y a los pies de Orduña la grupeta se reúne y se comienza con la ascensión del puerto, suave, suave, suave, que todos, de un modo u otro estamos ligeramente tocados.
Subimos muy a gusto hasta que se acaban los árboles, donde no solo la rampa se hace más empinada, si no que sopla un viento de cara que prácticamente es más duro combatir contra él que con la cuesta. Haciendo de tripas corazón y muy despacito vencemos las últimas rampas y coronamos el puerto.
Para no quedarnos fríos continuamos sin parar hasta Berberana donde es el lugar de firmas. En el bar en el que paramos se saturan ante la llegada de repente de tanta gente y después de firmar vamos a tomar una Coca-Cola a una gasolinera que hay un poco más adelante, aunque alguno parece que se sirvió un chupito de super 98.
A partir de aquí regresamos a Vitoria-Gasteiz por una carretera bastante pestosilla entre Fresneda y Subijana-Morillas, con continuas subidas y bajadas, que con lo que ya llevamos en las patas hace nos remate el estado físico y anímico, y es que estamos en los últimos compases de la temporada y eso se empieza a notar.
Una vez superado Nanclares, en un intento de fuga sin precedentes, salta Javi Txiki, el cual toma una ventaja nada despreciable ante el estado entre perplejo y cansado de la grupeta. En estas que nos adelante un cadete a toda velocidad, que llega a alcanzar a Javi y viendo que no defiende ningún equipo, David salta a por él para intentar ficharlo para el Electro Alavesa. En seguida le pasa a Javi que ante le velocidad del adelantamiento casi le saca hasta el bidón del portabidones, aunque a pesar de ello esto no cesó en su intento y siguió tirando como un jabato.
Parece que entre David y el cadete acabó habiendo un inicio de trato con un probable futuro fichaje.
La grupeta lo vemos todo esto desde la distancia, hasta que David se vuelve a dejar caer y se organiza un pequeño grupo que decide cortar el intento de fuga antes de que este llegue a Asteguieta, así que nos ponemos manos a la obra, y dando relevos como auténticos pros (nadie nos vio para decir lo contrario), conseguimos dar caza a Javi en el alto de Estarrona.
A partir de este punto, la rutina habitual (que es de las más importantes de la salida, pues si no se celebrara estoy convencido que el número de participantes bajaría de modo alarmante), kañita tostada con sus correspondientes olivas y a la ducha con 100 km muy sudados.

lunes, 17 de septiembre de 2012

CRONICA DE LA BLAN -8-09-2012-

La BLAN (Burgos-La Rioja-Alava-Navarra), la prueba cicloturista más antigua de España, celebrando su LVII (57) edición. Esta prueba la convoca la Sociedad Cicloturista Vitoriana, la cual a su vez es el germen de donde nace la Grupeta Kalpemur.
A las 7:45 AM, los miembros de la grupeta Felipe, Ramón, Juan, Miguel, Enrique, Jose, Joselito, M.A., Javi “el profe” y Sergio estábamos vestidos de romanos en Mendizorroza dispuestos a darlo todo, como siempre.
El tiempo era fresquito pero la previsión era de temperaturas de más de 30º para el mediodía y sabiendo que el destino era la zona de La Rioja, pues la mayoría decidimos que de corto íbamos muy elegantes
El ambiente presente era fenomenal e internacional, contando con una representación de australian@s a los que acompañaba Eneko Llanos.
A las 8:00 h todo el mundo a dar pedales. Con un coche de la organización encabezando y acompañados por municipales en Vitoria-Gasteiz y Ertzaina en las afueras, el pelotón se dirige hacia el puerto de Azaceta, primer coll de la jornada y probablemente el más duro que subimos.
En los primeros kilómetros hasta Eguileta, parte de la grupeta, creo que Ramón, M.A. y Felipe, se pusieron en cabeza de todo el pelotón, enseñando gemelos a los que iban detrás para intimidar un poco. El resto íbamos tranquilamente detrás, aunque con la inercia del grupo se consigue que vayas a una velocidad de unos 30 km/hora sin dar casi pedales.
Primeras rampas de Azaceta y el grupo se comienza a estirar, Ramón y Felipe van por delante, M.A. por el intermedio y el resto detrás.
Comenzamos a remontar posiciones, sobre todo Juan que se pone de pié en la bici y prácticamente sube todo el puerto de pies.
Algún otro miembro de la grupeta decidió subir relajadamente haciendo un máster en relaciones internacionales…………,  con alguien de Australia……….. y que responde al nombre de Chris………… (será chico o chica???, existe una foto que lo identifica).
Una vez arriba parte de la grupeta espera a los siguientes y un par de furtivos se saltan las normas de equipo y continúan con los pros en dirección Viana, parece ser que el pinganillo se les había quedado sin pilas y no pudieron escuchar las órdenes del director.
Desde Azaceta comenzamos el descenso hacia Santa Cruz de Campezo a toda velocidad, intentando alcanzar un grupo que iba delante nuestro y que nos costó hasta Atauri más o menos llegar a juntarnos con ellos.
A partir de este punto, dentro de un pelotón más o menos generoso de unos 25-30 componentes, el ritmo se relaja y comenzamos la ascensión hacia Aguilar de Codes.
Esta la hacemos tranquila con el fin de continuar todos juntos y no volver a atomizar el grupo que habíamos formado.
De Aguilar de Codes continuamos hacia la cumbre del puerto de Aras en ascensión tranquila y luego bajada a toda mecha hasta Viana, aunque en alguna curva había un poco de gravillín que hacía que fuera necesario frenar. Alguno que no lo hizo se metió un buen tortazo, aunque por supuesto no era de nuestra grupeta, ya que la calidad de nuestros txirrindularis está más que demostrada en los miles y miles de kilómetros que llevan sus patas.
Una vez en Viana, sellado de la txartela, a repostar energías nuevas, visita al señor roca y pista para Zambrana.
Partimos en dirección Logroño, muy tranquilamente llegando incluso a saludar a peregrinos que estaban haciendo el camino de Santiago y echar algún piropo atrevido a alguna moceta que paseaba por la zona.
Pasamos por el extrarradio de Logroño y tomamos dirección Laguardia, cuando de repente oímos por la retaguardia unos gritos que por ser este un medio a disposición de tiernos infantes no vamos a reproducir; miramos para atrás sorprendidos y FLIPA!!!!!!!!!!, nos habíamos dejado en Viana a un miembro de la grupeta……., pues que a última hora había ido al aseo, y como hasta el baño había que patear un frontón entero pues se había retrasado y nos lo habíamos dejado allí tirado. Nosotros ya nos habíamos dado cuenta que no estaba pero alguien dijo que estaba por delante y resulta que nos lo habíamos dejado.
Una vez aclaradas las diferencias, continuamos con la marcha de nuevo a ritmo tranquilo hasta que llegamos a la cuesta de Castejones. Aquí nos empezamos a dar cuenta que van pasando los kilómetros casi sin darnos cuenta, pero que más o menos llevaremos setenta y pico o así y además de que la cuesta se hace larga comienzan a aparecer los primeros desenganchados de grupos que van por delante nuestro.
Una vez arriba, nos reagrupamos y es en Laguardia donde nos damos cuenta de que somos unos globeros de órdago (al menos unos cuantos entre los que me incluyo). Dos tiernos infantes con mountain bikes con ruedas como las de un camión, no solo osan a ponerse a rueda!!!!!, no!!!!!!!, si no que van y nos atacan y encima al final se escapan (alguno te dirá que les dejamos ir, pero te aseguro que se marcharon ellos solos) y llegados al cruce hacia el puerto de Herrera, encima nos esperan desafiantes como diciendo, “como vengáis por aquí os vamos a quitar hasta la cinta del manillar de las bicis esas ultraligeras que lleváis”, lo que pasa que nosotros les fastidiamos, y nos fuimos para Labastida, que se fastidien……., a nosotros nos van a venir con chulerías………., que somos de la Vitoriana y nos conocemos los trucos de los pros de sobra…………
A partir de aquí, y con el ánimo de recuperar el orgullo perdido, fuimos a toda máquina hasta Zambrana, haciendo que este tramo resultara  bastante rompepiernas, con continuas bajadas y subidas.
En Zambrana parada corta para sellar la txartela, repostar y vuelta a la bici.
El tramo hasta Treviño se hizo bastante relajado, todos en grupeta tranquilamente, con Felipe a la cabeza poniendo orden para que no hubiera intentos de acelerar el grupo.
Una vez en Treviño, comenzó la subida a Zaldiaran y aquí ya cada uno echó lo que le quedaba, dispersándose el grupo pero esperándonos todos arriba para bajar de modo conjunto y llegar a Mendizorroza con los 150 km entre pecho y espalda.
Una vez allí, fichar de nuevo, recoger el regalo, que este año eran unas perneras piratas, dos trocitos de melón y al Arkatza, donde es mejor no seguir contando porque hubo un río de espuma que hizo que la vuelta a casa fuera como si en vez en bici viajáramos en una nube.
Un 10 para la organización de la BLAN y para toda la gente que participó, HASTA EL AÑO QUE VIENE!!!!!!!!!!!!!

Por Sergio Fernandez Oleaga

lunes, 10 de septiembre de 2012

1001 Miglia Italia


A las seis de la tarde del día 16 de agosto la organización de la etapa “Mil y una millas Italia” prepara “la fiesta de la pasta”, es decir, una cena basada única y exclusivamente en pasta. Por suerte, estamos en el país de la pasta y esta es de buena calidad. En esta primera cena, nos vamos familiarizando con esta masa hecha prácticamente de harina que, prevemos nos va a acompañar durante toda esta dura prueba. Día y noche.
Cuando estamos colocados en la parrilla de salida, la emoción se apodera de nosotros. Esperamos con ansia que llegue nuestra hora de partir, matando el tiempo haciendo fotos. En ese momento, Paski se da cuenta de que no tiene batería en la cámara y de que no ha traído el cargador. Primer incidente.
Por fin llega la hora y salimos a las nueve de la tarde en el segundo grupo. La velocidad de la marcha es sorprendente. No da la impresión de que vayamos a hacer la randoneer más larga de Europa.
El primer control nos espera a 102 kilómetros. Nos quedan tres horas hasta llegar. Yo estoy preocupado por el fuerte ritmo pero Paski me bocea seguro de sí mismo, “Hay que aprovechar el llano y los grupos”. Le hago caso.
En la salida del primer control tiene lugar la segunda incidencia. Los cuatro ciclistas del País Vasco vamos juntos entra la multitud del grupo cuando, al llegar a una rotonda, el G.P.S. nos advierte de que nos hemos desviado de la ruta marcada. Nosotros y otros tres ciclistas más decidimos dar la vuelta y seguir el recorrido que marca el navegador.
Las carreteras están mal asfaltadas y los baches inundan su superficie. En uno de esos boquetes, mi rueda se clava, la suspensión falla y el impacto hace que mi foco se suelte y caiga a una acequia. Son las dos de la madrugada. Mi única iluminación es un pequeño foco de reserva. Decido buscar el foco perdido. Pero mi supervivencia me hace pensar; no tengo G.P.S. y  es posible que no encuentre el foco, es decir, que me quede más perdido y solo que Robinson Crusoe. Mi supervivencia actúa por mí, “Que le den al foco”. Me subo a la bici y salgo a toda pastilla a por el grupo. Llego a un cruce, ¡vaya dilema!. Decido probar suerte y  tiro por uno de los lados por el que al final se ve una luz. La luz procede de una vaquería. Decido pedir auxilio; cojo el teléfono y marco el numero de Paski, antes de oir el primer tono, los nervios me empiezan a ganar la partida. De repente, veo una luz que se aproxima. Me froto los ojos. La luz se acerca cada vez más. ¡Mi salvación!, es Paski con su G.P.S. Cuando se dio cuenta de mi ausencia, volvió a mi rescate. Creo que nunca me  he alegrado tanto de verle.
Llegamos al segundo control. Allí la organización “hace alarde de su generosidad”; una botella de agua caliente y un bollo más seco que la mojama. Además, nos indican que la fontana más cercana está a unos 200 metros. Decidimos ir a beber y llenar los bidones.
Aquí estamos, el Paski, yo y un polaco que se ha unido a nosotros para compartir un tramo de esta aventura. El tipo resulta peculiar: no usa calas y tiene una barriga cervecera más propia de un alemán que de un polaco. Pero ahí estaba él, bueno, ahí y en todas partes porque aparecía en todos los sitios…
Sellamos el tercer y cuarto control sin incidencias, aunque yo sigo discrepando con la velocidad: me parece exagerada. Llevamos 400 kilómetros a una media de 29 km/h.
Decidimos llegar hasta el  quinto control: 95 kilómetros en los que hay un puerto. En este, los dos vitorianos pasamos malos momentos por el calor sofocante y la falta de agua. Las fuentes en Italia son muy escasas por lo que bebemos de todas las que nos encontramos. Después de beber de algunas fuentes tengo molestias en el estomago. Estoy seguro de que es debido a que la mayoría emanan agua no potable. Y es que los italianos no beben agua del grifo debido a la alta contaminación de esta. En este país toda el agua que se bebe está embotellada. Es más, en alguna ocasión que nos hemos parado a pedir agua en alguna casa particular, nos han dado agua envasada.
Antes de llegar al quinto control, otro bache traicionero se la juega a Paski; el rebote de la bici hace que el navegador de este pierda la pantalla. Esto es un problema muy serio pues sin un G.P.S. es imposible encontrar el camino.
Olvidándonos por unos instantes de ese problema, conseguimos llegar hasta el quinto control. Aquí, decidimos dormir en el polideportivo, no sin antes solucionar el problema con el navegador. Tras intentarlo varias veces, nos damos por vencidos; es imposible arreglarlo. Nuestra única opción es levantarnos a las dos de la madrugada y esperar que algún ciclista se ofrezca a acompañarnos.
Salen tres rusos. Les explicamos, “nuestro G.P.S. kaput”, y les indicamos que nos gustaría ir con ellos. Ellos asienten… aunque no sé si entienden bien el mensaje porque al primer puerto nos dejan tirados en la mitad. Se paran, se quitan algo de ropa y se tumban a descansar.
Intentando comprender la situación, vemos aparecer a otro ciclista. No lo dudamos y vamos a por él. Y así hasta coronar el puerto donde paramos para ponernos ropa (al bajar la temperatura desciende considerablemente) y hablar un poco con el ciclista al que acabábamos de invadir. El tipo, que se presenta como Bernal con acento francés, nos invita a seguir la ruta con él después de explicarle nuestra situación.
Comenzamos el descenso del puerto. Bernal, en cabeza, abre paso, le sigo yo y Paski cierra la cola. Son cerca de las cuatro de la madrugada y la oscuridad inundaba todo (motivo por el cual yo, que iba sin luz, iba en medio). De pronto, noto que la bici del gabacho empieza a balancearse de forma extraña. Asustado, intento alertar a Paski. Le chillo pero este no contesta. Soy consciente de la situación… mis dos compañeros se están quedando dormidos.
Por suerte, todo se queda en una pequeña anécdota y según llegamos al primer pueblo nos tiramos en un parque a dormir una hora.
Tras subir el segundo puerto, llegamos a un monasterio en donde está el control. Ahí, sellamos y cenamos como frailes con jamón, chorizo, queso y agua, vino y café para regar la comida (creo que nunca he estado tan cerca del cielo).

Al terminal el día, Bernal sigue con nosotros. A pesar de sus 66 años, tiene un cuerpo espectacular. Además, (todavía no sé cómo) consiguió arreglarnos el G.P.S. con lo que nos devolvió nuestra independencia. Esa noche, los tres, decidimos dormir al aire libre y aprovechar la buena temperatura. Bernal, por su parte, nos advierte de que el reanudará la marcha en una hora. Nosotros, tomamos un poco más te precaución y dormir cuatro horas, por lo que nuestro amigo francés retoma su marcha en solitario.
Al día siguiente Paki y yo pedaleamos solos y con ganas. Gracias a ello, adelantamos a unos cuarenta corredores.
Comparando con esta última, la etapa que comenzaba ahora era especialmente dura. Nosotros, para colmo, nos confundimos y subimos cuatro kilómetros con un desnivel bestial. De hecho, el pavimento de cemento, tenía ranuras horizontales.
Al llegar al control nos encontramos con Bernal. Le proponemos que nos acompañe, pero el hombre ya está tocado y prefiere ir a su ritmo.
Llegamos a Siena y para nuestro asombro, cruzamos la ciudad por todo el centro. Es domingo, doce y media de la noche y no hay apenas gente ni por la plaza principal ni por el casco antiguo. Cuando salimos de la urbe, hacemos otros treinta kilómetros hasta que en pleno campo encontramos el sitio perfecto para descansar cuatro horitas.
Amanece en Italia. Paski y yo recogemos los bártulos y desayunamos. El control está cerrado pero, afortunadamente, el ticket del desayuno nos sirve de prueba para certificar que hemos pasado por ahí.  
Cuando terminamos la etapa, decidimos dormir durante el mediodía ya que el calor sofocante, que eleva el mercurio muy por encima de los cuarenta grados, hace imposible andar en bici. Son las siete de la tarde. Entramos a un bar y Paski consigue que nos sirvan dos huevos fritos con jamón y una botella de vino de la cual yo no disfruto mucho pues está a temperatura ambiente, pero del ambiente del bar, es decir, 30 grados.
Seguimos la etapa con un pequeño grupo de Italianos, entre los que se encuentra Marco que lleva una silla reclinada (creo que es el único que participa con este tipo de bicicleta).

Por fin, llegamos a la etapa más fuerte; la de montaña. Desnivel: 1913 metros. Al comenzar, por un motivo que no llegamos a entender, el navegador nos manda a Paski, Masrco y servidor, por unas carreteras de montaña que, debido a los exagerados desniveles, hace al italiano poner el pie en el suelo más de una vez. Ya en la cima, preguntamos a una señora que se encontraba por allí. La buena mujer nos advierte de que vamos mal ya que por donde hemos subido solo pueden subir cabras. En fin. Por lo menos le desmentimos la teoría a la señora. Vuelta a atrás por el mismo sitio hasta el punto de partida inicial.  
Al llegar al principio de la etapa. Nos encontramos un poco desorientados. Por suerte, apareció nuestra salvación, ¡el polaco!. Todos le seguimos.
Poco más tarde, Paski me dice que tiene mucho sueño. Le comentamos la situación a Marcos para que el siga adelante con otro grupo mientras nosotros nos paramos a descansar quince minutos. Tras ese pequeño paréntesis, comenzamos a subir un puerto. Al poco, me doy cuenta de que algo no va bien. Paski se queda atrás, no sube bien. Paramos en medio del puerto y mi compañero “tira” de turrón mientras reposa en el suelo. Poco a poco retomamos la marcha y conseguimos hacer cumbre.
Cuando llegamos a un pueblo decidimos dormir un par de horas en el banco de la puerta de la iglesia. A ver si Paski se recupera del todo.
La comida y el reposo hacen efecto y  al amanecer salimos los dos como un tiro. Paski jura como un condenado y amenaza con matar al G.P.S. No hay duda: está totalmente recuperado. Tenemos ganas de acabar la etapa de montaña. Después de esta, solo quedan dos para llegar a la meta y estas últimas, se supone, son llanas.
La penúltima es de 55 kilómetros durante los cuales tenemos la grata compañía de Marcos. Vamos a una media de 30 kilómetros por hora hasta llegar a la ciudad de Fausto (Coppi).
Por fin, la última etapa. La guinda del pastel. 122 kilómetros llanos que a causa del cansancio acumulado durante toda la travesía se nos hacen muy duros. Alcanzamos a un grupo de italianos y decidimos parar con ellos a cenar en un pueblo. Al llegar a la citada villa la gran cantidad de mosquitos que hostigaban a toda aquel ser viviente del pueblo nos hace a Paski y a mi cambiar de idea. Seguimos hasta terminar “Las Mil y una Milias”.
Cuando solo nos faltan 30 kilómetros, los caminos de arrozales y  regadíos y la desorientación nos hacen determinar que un sueño de 15 minutos es necesario para poder terminar vivos esta dura marcha.
Al despertarme, aturdido, vi un brazo que me rodeaba la cara. Me levanté, alarmado hasta que, crédulo, comprendí que era el mío propio.
Es increíble, pero cerrar los ojos un rato te recupera sorprendéntemente. Acto seguido, vislumbramos unas marcas en la carretera. Estas señalan nuestra meta; Nerviano.
Después de 124 horas de viaje, 1650 kilómetros y un total de 73,16 horas pedaleando. Amigos, me enorgullece proclamar que el Sr. Eduardo Pascual y el Sr. Juan Murillo Caballero han realizado con éxito, la pruebas ciclista más duras de Europa; Las Mil y una Milias.



                                                                                                                  Por Juan Murillo

jueves, 6 de septiembre de 2012

CRONICA DEL 2 SEPTIEMBRE DE 2012


Ya estamos de vuelta de agosto, algunos no se fueron, otros no han aparecido en todo el mes (estos han vuelto con un extraño bulto detrás del ombligo, creo que se hace llamar efecto txopito-kañas), y otros (bueno concretamente un zumbado, porque no puede tener otro nombre) ha hecho en cinco días lo que otros en todo el mes andando mucho no han llegado a alcanzar en kilómetros.
El zumbado en cuestión es Juan y solamente se ha metido entre pecho y espalda más de 1.600 kilometros en 124 horas y con un desnivel de unos 21.000 metros, es la denominada 1.001 miglia y se celebra bianualmente en Italia. ENHORABUENA RANDONNEUR. Lo más cachondo del asunto es que al saludarle lo primero que dice es que si para el año que viene hacemos la Madrid-Gijón-Madrid o otra parecida en Inglaterra, menos mal que con lo que nos cuesta entrenarle al menos cumple los objetivos.
Al grano que nos despistamos, pues eso, que a las 8:30 horas en la Fuente de los Patos, con una temperatura aproximada de 10ºC (si 2 septiembre y 10ºC de temperatura, es lo que tiene vivir en Siberia-Gasteiz), partimos los siguientes miembros de la grupeta: Felipe, M.A., Ramón, Miguel, Oskar, Joselito, Txumari, Juan y Sergio y bastante afluencia de gente de La Vitoriana.
Partimos relajadamente hacia Aiurdin y encaramos el primer coll de la jornada con tranquilidad, ya que por un lado la etapa se perfila dura, no sabemos como estamos después de Agosto por otro, y por último Aiurdin siempre resulta a casi todo aquel que se le pregunte, un puerto de muy poco gusto.
Coronamos Aiurdin, en la bajada hasta Murgia reagrupamos y bajamos en dirección Amurrio hacia el Alto de las Chozas. Aquí, ya se va cogiendo confianza y se comienza a acelerar el ritmillo (esto es la Vitoriana, a tirar en las cuestas arriba y esperar en las cuestas abajo, hay cosas que no cambian ni porque pase Agosto, ni 100 años, y lo dice un aspirante).
Pasamos Amurrio por el centro y se sube al alto de Zarobe, desde donde se va para Respaldiza, Zuaza y se llega a Okondo. Hasta aquí el grupo continua bastante compacto, aunque el ritmo se ha acelerado de modo notable, pero se vé que aquí SI que se entrena con el calorcito.
Una vez en Okondo nos dirigimos hacia Laudio a través del puerto de Malkuartu, con unas rampas de vértigo que hacen que una gran parte del pelotón se lo agradezca a modo de grito pelado al que ha diseñado el recorrido.
Éste último, presente entre ellos, se siente lleno de gozo y le quita importancia, es lo que hace la gente modesta.
En Laudio control de firmas, aunque aquí si que se ha atomizado el pelotón, bien por pinchazos en la bajada o bien por el ritmo del último tramo.
Recomponemos las fueras y salimos rápidamente en un pelotón de unos 15 aproximadamente, por supuesto, todos los miembros de la grupeta juntos.
A partir de aquí se va subiendo hasta el alto del puerto de Altube, pero hasta llegar hasta un poco más adelante del cruce de las Chozas el ritmo se hace tranquilo, entre bromas, chistes (de algún modo hay que llamarlos) y otros comentarios de difícil reproducción en este foro tan formal y serio.
Una vez llegados a las primeras rampas de Altube, se acaba la algarabía, nos embarga el silencio, incluso se escucha algún lloro que otro por el fondo y cada uno sube como puede, pues se empieza a notar que es el primer día después de Agosto.
Una vez superado Altube, cruzamos Murgia, y una parte de la representación dice que tiene prisa y emprende el regreso por Aiurdin, mientras que el resto, fieles a lo dispuesto en el calendario de la Vitoriana, subimos Zarate, bajamos a Gopegi y de aquí nos dirigimos a Gasteiz, a un ritmo infernal que hizo que algunos se quedaran por el camino.
A la altura de Aranguiz, Juan, Txumari y yo decidimos que ya lo hemos dado todo y que tenemos mucha morriña del fresco sabor de la espuma tostada de una kañita en la Duna, así que a ritmo ligero nos dirigimos a nuestro destino, donde nos encontramos con alguno con nuestro mismo pensamiento pero que ha salido con la B. Quien será????????????



                                                                                                              Por Sergio Fernández Oleaga


miércoles, 1 de agosto de 2012

Salida del día del Blusa (25, julio)



Muchos ciclistas en la fuente de los patos... el tiempo invitaba a ello. Como no, diferentes personajes relacionados con la fiesta también hacen acto de presencia: barrenderos, munipas pasando controles y jóvenes en retirada después de una noche ajetreada por los alrededores.
La salida es muy tranquila; dejamos la responsabilidad de tirar a los mas veteranos, los más sensatos.
Reinaba la tranquilidad hasta que un frenazo nos sorprendió y provocó un pequeño incidente -con caida incluida- a la altura de Alegria. 
La marcha del pelotón se dispersa y se divide en varios grupos. Por delante los invitados -o sea los que sin ser de la sociedad se adhieren a nuestro grupo y nos las hacen pasar canutas casi siempre- seguido, el grupo compuesto mayormente por la grupeta Kalpemur y tras ellos, el resto -o sea los sensatos-.
Hoy toca explorar por carreteras inhospitas más propias de "clásicas de primavera" que otra cosa.
Por momentos, el viento no nos deja avanzar, por lo que llegar al comienzo de Opakua nos ha costado Dios y ayuda. Bueno, la ayuda más que a Dios hay que agradecersela a los mas poderosos físicamente (lease Sergio, Luis y Ramón).
Desde el comienzo Juan destaca por detrás probando un desarrollo idóneo para su próxima aventura italiana. 
Los más dotados para la escalada van destacando un poco pero como son buenos compañeros -a veces- pues terminan esperando a todos arriba de Opakua para encarar el resto de recorrido hasta Kanpezu juntos.
Ya en Kanpezu nos toca subir hasta el Santuario de la virgen de Ibernalo que se convierte en un rosario de corredores; unos que bajan (los "invitados") y otros que suben (nosotros y unos cuantos componentes de la B que hoy tenian el mismo destino que nosotros). Como siempre, el sprint por coronar primero no falta.
Arriba nos esperan Jose y Txumari que han salido con la B pero que deciden volver con la A. Rápido avituallamiento y para abajo atravesamos Kanpezu y encaramos con viento a favor el regreso a casa.
Al poco, Juan nota que su rueda delantera pierde aire, paramos a hinchar y seguimos... pero el aire se sigue yendo por lo que al final decidimos cambiar la camara. Gracias a la habilidad de Miguel en el cambio, en un periquete estamos otra vez en marcha y esta vez si que no nos para nada hasta nuestro destino: las cervezas del Arkatza.

Por Miguel Fernandez de Trebiño Moya 

lunes, 23 de julio de 2012

CRONICA DEL 15 DE JULIO DE 2012

            Domingo a las 8:30 AM, la Vitoriana parte de nuevo de la Fuente de Los Patos con destino conocido, Puerto Vitoria, Puerto Bernedo, Puerto de Herrera y Puerto de Zaldiaran, con este panorama a mi me dá que en vez de en bici tendríamos que haber venido en barca, para ir de puerto en puerto, je, je, je,…
La grupeta se encuentra muy bien representada con Felipe, Miguel, Juan, Javi Txiki, Ramón y su hermano y Sergio.
Salimos todos juntitos y en el inicio del puerto Vitoria se nos juntan los galgos, da gusto verlos esperando, es la única vez que se les ve de frente, el resto del tiempo siempre por detrás.
Subimos a ritmo tranquilo el Puerto de Vitoria y lo bajamos un poco más alegres y en Ventas de Armentia nos encontramos con un fugado de la grupeta, el Sr. Daniel que quería ser el primero en llegar a Bernedo, pero ha quedado neutralizado, no se puede repartir el famoso membrillo cántabro entre los miembros de la grupeta, y luego querer tener ese plus extra de doping que aporta para andar escapado de buena mañana.
Continuamos sensiblemente tranquilos hasta Albaina, donde al llegar los repechos el ritmo se alegra (es lo que nos enseñan en la Vitoriana desde pequeñitos, cuando se huele una cuesta arriba a tirar como locos, que ya se descansará en las cuestas abajo…), aunque en honor a la verdad, llegamos a Bernedo medianamente agrupados.
En el Puerto de Bernedo comienza la guerra, aquí cada uno sí que sube como puede, dándolo todo, y a partir de aquí a deleitarse con la cuesta abajo hasta Assa, aunque alguno se pasó del cruce de Meano y por lo menos se marchó hasta Oion.
Con la velocidad de la bajada no somos capaces ni de apreciar el paisaje de La Rioja Alavesa. Una vez en Assa, nos dirigimos hacia Laguardia teniendo que pasar la cuesta de Castejones, que misteriosamente, a pesar de estar todos los pros juntos, la subimos a un ritmo muy relajadito, con el que da gusto andar en bici, ya que da tiempo hasta de poder echar un trago de agua.
En Laguardia avituallamiento en le gasolinera y arrancamos hacia la pared del día, el Puerto de Herrera. Salimos juntos unos 30 más o menos, y una mayoría de la Vitoriana (INCREIBLE!!!), los pros se habían ido a otro bar a almorzar y ya no los volvimos a ver en todo el resto del día,, así que a un ritmo muy apacible nos dirigimos hacia Leza y comenzamos la escalada de las primeras rampas. Por los comentarios que se escuchan hay unos cuantos que es la primera vez que lo van a subir, y otros que va a ser su primera vez de este año.
Desde el primer momento se cumple con los patrones básicos que he podido detectar en la subida de un puerto, que son; en la primera rampa el pelotón se queda en silencio, y lo más que se escucha es algún suspiro y o alguna petición de clemencia por lo que nos espera, en la segunda rampa el pelotón se estira, hasta atomizarse en grupos individuales o a lo sumo de parejas y en la tercera ya no existe ni pelotón, ni ná, tan solo un grupo de pirados que intenta llegar a la cima como sea, hasta estirando las uñas de los pies para ver si se pueden clavar al suelo para sacar un poco más de impulso, y haciendo como los peces con la boca cuando los sacas fuera del agua, para ver si con más aire podemos pedalear más fuerte.
Al final, poco a poco llegamos todos arriba y algo increíble, NOS ESPERAMOS TODOS PARA VOLVER JUNTOS HACIA VITORIA-GASTEIZ, así da gusto, se ve que con el avance de la temporada vamos madurando como personas y como txirrindularis de pro, ESTO MOLA!!!!!!!!!!!!!!!!
Comenzamos la bajada y en las primeras rampas nos encontramos con la nota negra de la jornada, un compañero de otra sociedad que había sufrido un accidente y se encontraba tendido en el suelo, aunque parecía que estaba consciente, también se veía que el golpe había sido muy gordo, tenía partida la horquilla delantera de la bicicleta y estaban esperando a que llegara la ambulancia. Nuestro deseo más grande de que no sea nada más que un susto y se recupere perfectamente cuanto antes y pueda comentar este percance riéndose subido de nuevo en la bicicleta.
A partir de aquí el ritmo de bajada hacia Peñacerrada se suaviza y poco a poco, e insisto, todos los que partimos de Laguardia seguimos juntos, llegamos a las rampas de Zaldiaran, donde Ramón se pone en la delantera y marcando un ritmo llevadero para todos, volvemos a coronar el último puerto de la jornada en pelotón.
El final de la etapa, como no podía ser de otro modo cuando la llegada es por el sur de Vitoria-Gasteiz, a tomar unas kañitas al Arkatza, con el fin de hidratar los músculos, que a pesar de que anduvimos todo el día por puertos, no llegamos a bañarnos porque ninguno se llevó el bañador y todos somos muy tímidos para hacerlo en pelotillas porque tenemos muchas marcas del sol en brazos, piernas, manos y pies y parecemos cebras…………, y por otro lado porque podríamos provocar la locura entre el sector femenino ante nuestros perfectos cuerpos esculturales, je, je, je.

martes, 10 de julio de 2012

Domingo, 1 de Julio



 
 Otra vez toca mirar al cielo: los pronósticos metereológicos anuncian lluvia (aunque no muy importantes). No obstante, parece que hemos librado el día.
 Mucha gente se encuentra en la salida a pesar de todo. Entre los nuestros hay bastantes bajas; unos por lesiones, otros por compromisos familiares y los demás por cansancio acumulado de la excursión pirenaica del día anterior.
La salida es tranquila pero pasado Estarrona empieza el acelerón para coger un grupo que marchaba por delante. El grupo se mantiene compacto hasta Miranda (con la incidencia de la caída de José el chofer, por suerte sin importancia tras pasar el tunel del tren en Nanclares).
Al coger el pequeño repecho de acceso a la carretera que nos llevará por Bardauri, el pelotón se parte en mil pedazos por la aceleración de los mas fuertes. A pesar de que muchos queríamos hacer de esta salida una jornada de recuperación, al final se convierte en una batalla en toda regla.
En el grupo de delante Ramón y su hermano; por detrás Juan, Joselito y Sergio intentando a base de relevos darles caza sin conseguirlo (tal vez faltaron unos relevos por mi parte, pero lo mio no es el terreno llano). 
Después de un buen rato de "charleta" y de tomar un refrigerio en Casalarreina, retomamos el camino de regreso a casa con la compañía de Oscar y Jose que nos acompañan a un ritmo tranquilo (no se si por culpa nuestra, del viento o de ambos).
Llegado al cruce de Berantevilla, Ramón y su hermano deciden ir por Armiñon para quitarse de encima la nube que, más tarde, nos descargó a nosotros todo su contenido en cinco minutos. A lo mejor a ellos les cayo otra mas gorda que hizo que algunos se tuvieran que poner el chubasquero...

Camino de Zaldiaran Juan decide que va a subir el puerto en plato grande (los piñones también). Doy fe de que lo consiguió y, encima, haciéndonos sufrir a los demás y ganándonos el sprint del alto.
Arriba esperamos a los rezagados para, después, bajar camino de las cañas de rigor.



Por Felipe Martinez de Trebiño Moya 

Excursión a Pirineos

Resumen cronológico de la excursión a Pirineos el 30 de Junio del 2012;


1. Preparándonos para salir... en la puerta del hotel. 

2. Comienza la excursión desde la plaza del pueblo

3. Últimos kilómetros del Aubisque

4. Las bicis gigantes en el alto del Aubisque

5. El alto de Soulour

6. Cima del Col de Spandelles

miércoles, 27 de junio de 2012

STAGE LUZ SAINT SAUVEUR (14-15-16-17 JUNIO)






3 días de autentico cicloturismo, con un tiempo estupendo, buena compañia y mejor organización. Una escapada a los pirineos donde Luz Saint Sauveur fue el cuartel general de este stage. Llegué el jueves por la tarde y después de instalarme conocí al "director" del evento y a algunos de los compañeros del fin de semana. Cenar y Jon (director de la revista Pedalier, que organiza el stage) nos da la bienvenida y comenta la etapa del día siguiente y el modus operandi de todos los días. Y a dormir que toca etapón.


Etapa 1  Luz - Soulor / Aubisque - Spandelles - Hautacam - Luz


El desayuno es todos los días a las 8 am y la salida a las 9 am. La etapa de hoy estaba prevista para el sábado pero al coincidir parte del recorrido con una prueba de pros hubo que cambiarla de día. Comenzamos con fresco y en bajada hasta Argeles donde empieza la subida al Soulor por su vertiente fácil. Con ritmo tranquilo llegamos a la cima donde tenemos el avituallamiento. Nos acompañañ siempre 2 furgonetas: una con avituallamiento (geles, fruta, barritas, agua, zumo...) y otra con el fotógrafo de la revista Pedalier que nos saca guapísimos; y un coche de apoyo para cualquier eventualidad que surga. Siempre se para en las cimas de los puertos y se espera a que llegue el último. Tras coronar Soulor vamos hasta el Aubisque pasando por el Circo de Litor, carretera en la ladera de la montaña con un enorme barranco sólo separada por unos cubos de hormigón. Impresiona. Deshacemos el camino andado y descendemos por la vertiente dura hasta Ferrieres donde se inicia el puertazo del día, Spandelles. Inicio suave al 6-7% con rampones que no te dejan coger el ritmo. He empezado demasiado fuerte, 11 km/h, siguiendo a un compañero, y en los últimos duros kms lo acuso y tengo que bajar el ritmo. Coronamos y el descenso nos lleva hasta Argeles donde cogemos el desvío a Hautacam. Se empiezan a notar los kms y este puerto nos lo tomamos con más calma. (Aquí fue donde Riis hizo toda la subida a plato. Debía ir con algo más que un plato de pasta...) Pasamos el alto de Hautacam y continuamos 1 km hasta Tramasel, punto más alto del puerto.Bajada rápida por excelente carretera y afrontamos los últimos 12 kms con la carretera picando para arriba. Algunos optan por hacerlos en furgoneta y los demás, gracias al viento de culo, llegamos a Luz sin excesivo esfuerzo. (Si hubiera soplado de frente habría sido otra cosa). Duchita y hacemos una merienda con pasta, birras y palmeritas que casi empalmamos con la cena pues la etapa se ha alargado bastante. Tras el comentario de la siguiente etapa salimos a tomar una birra con los organizadores y 2 compañeros por el pueblo, un poco solitario. (Así es Francia). Nos salieron 155 km y casi 4000 mts de desnivel.Etapa dura con mucho sol pero disfrutando del paisaje.




Etapa 2  Luz - Gavarnie - Boucharo - Tromouse - Lac des Gloriettes - Luz

La etapa de hoy es más corta y de paisajes de alta montaña. Salimos dirección Gavarnie. Hasta el pueblo son 18 km de subida sin excesivas dificultades. A partir de Gavarnie empieza el verdadero puerto; son 12 kms al 7-8% de media. Los primeros kms son duros y con las paellas se coge altura rápidamente. Apartir de la estación de sky suaviza al 6% con más herraduras y libre de vegetación. Hace viento y en unas curvas nos ayuda y en otras nos hace esforzarnos más. En la cima nos espera el avituallamiento. La carretera continúa 1km más pero sólo se puede pasar en bici pues unas rocas impiden el paso a los coches. En la subida tenemos que echar pie a tierra en alguna ocasión pues tanta piedra nos impide ir montado. Dejamos la bici en el suelo y subimos andando hasta la cima del puerto Bujaruelo (Boucharo) donde se divisa el lado español. Después de este paseo bajamos hasta Gavarnie donde nos adentramos en el pueblo para ver la cascada y la pared vertical que en invierno se congela y hacen escalada en hielo. Seguimos bajando hasta el cruce de Tromouse. Hasta el pueblo Héas hay algún km duro. En el pueblo se llanea hasta llegar al peaje donde los coches deben pagar para poder pasar. Aqui empieza la parte más bonita y dura de este puerto. Una sucesión de continuas herraduras (no las conté pero había 15 o más) nos lleva hasta el bar que hay en una explanada. Parece que ya hemos terminado, pero la carretera continúa con más herraduras. Casi llegando arriba la vista es espectacular: bajo nuestros pies se ven todas las curvas de la última parte que nos hace darnos cuenta de la altura que hemos cogido en poco tiempo.rriba contemplamos el circo de Troumouse, espectacular. Bajamos hasta el peaje y mucha gente decide que ya es suficiente y se van hacia el hotel. Quedamos 8 personas que afrontamos la última subida del día al Lac des Gloriettes. 2-3 kms por carretera estrecha con algunos baches en la parte final que acaba en un pequeño lago. La última parte hasta el hotel la hacemos a relevos aprovechando que es en bajada. Ducha, merienda, cena, charla, cervecita y a dormir. 100 km y 2700 mts de desnivel.



Etapa 3  Luz - Tourmalet - Luz Ardiden - Luz

Ultimo día. Amanece con nubes que no dejan ver la montaña. Nos hacemos la foto de grupo antes de salir. Los primeros kms del Tourmalet los hacemos juntos. Tengo buenas sensaciones y poco a poco me alejo del grupo tras 2 compañeros. Llegando a la estación de sky las nubes dejan paso al sol. Hacemos la subida por la carretera vieja, la tradicional. Voy subiendo cómodo, parece que se notan los días anteriores. Llego al último km, el más duro con un 10%. En la cima sopla bastante aire. Hacemos la típica foto de grupo con el ciclista y nos lanzamos para abajo por un asfalo perfecto (se nota que el tour pasa por aquí). Desde Luz iniciamos la subida al último puerto, Luz Ardiden. La primera parte es entre árboles que nos tapan el sol que ya se impone en lo alto. Cuando cambiamos de ladera empieza la parte más bonita del puerto con curvas de herradura que van cambiando la panorámica de la subida. Arriba nos espera el último avituallamiento y la preciosa vista de los últimos 5 kms de subida. Bajada al hotel, ducha, y a comer pasta para recuperar. Comienzan las despedidas. Han sido 3 días de disfrute en un ambiente agradable. Experiencia recomendable 100%. Volveremos!!!!!!!!!! 







Por Javier Vela