
El tiempo
era fresquito pero la previsión era de temperaturas de más de 30º para el
mediodía y sabiendo que el destino era la zona de La Rioja, pues la mayoría
decidimos que de corto íbamos muy elegantes
El ambiente
presente era fenomenal e internacional, contando con una representación de
australian@s a los que acompañaba Eneko Llanos.
A las 8:00 h
todo el mundo a dar pedales. Con un coche de la organización encabezando y
acompañados por municipales en Vitoria-Gasteiz y Ertzaina en las afueras, el
pelotón se dirige hacia el puerto de Azaceta, primer coll de la jornada y
probablemente el más duro que subimos.
En los
primeros kilómetros hasta Eguileta, parte de la grupeta, creo que Ramón, M.A. y
Felipe, se pusieron en cabeza de todo el pelotón, enseñando gemelos a los que
iban detrás para intimidar un poco. El resto íbamos tranquilamente detrás,
aunque con la inercia del grupo se consigue que vayas a una velocidad de unos
30 km/hora sin dar casi pedales.
Primeras
rampas de Azaceta y el grupo se comienza a estirar, Ramón y Felipe van por
delante, M.A. por el intermedio y el resto detrás.
Comenzamos a
remontar posiciones, sobre todo Juan que se pone de pié en la bici y
prácticamente sube todo el puerto de pies.
Algún otro
miembro de la grupeta decidió subir relajadamente haciendo un máster en
relaciones internacionales…………, con
alguien de Australia……….. y que responde al nombre de Chris………… (será chico o
chica???, existe una foto que lo identifica).
Una vez
arriba parte de la grupeta espera a los siguientes y un par de furtivos se saltan
las normas de equipo y continúan con los pros en dirección Viana, parece ser
que el pinganillo se les había quedado sin pilas y no pudieron escuchar las
órdenes del director.
Desde
Azaceta comenzamos el descenso hacia Santa Cruz de Campezo a toda velocidad,
intentando alcanzar un grupo que iba delante nuestro y que nos costó hasta
Atauri más o menos llegar a juntarnos con ellos.
A partir de
este punto, dentro de un pelotón más o menos generoso de unos 25-30
componentes, el ritmo se relaja y comenzamos la ascensión hacia Aguilar de
Codes.
Esta la
hacemos tranquila con el fin de continuar todos juntos y no volver a atomizar
el grupo que habíamos formado.
De Aguilar
de Codes continuamos hacia la cumbre del puerto de Aras en ascensión tranquila
y luego bajada a toda mecha hasta Viana, aunque en alguna curva había un poco
de gravillín que hacía que fuera necesario frenar. Alguno que no lo hizo se
metió un buen tortazo, aunque por supuesto no era de nuestra grupeta, ya que la
calidad de nuestros txirrindularis está más que demostrada en los miles y miles
de kilómetros que llevan sus patas.

Partimos en
dirección Logroño, muy tranquilamente llegando incluso a saludar a peregrinos
que estaban haciendo el camino de Santiago y echar algún piropo atrevido a
alguna moceta que paseaba por la zona.

Una vez
aclaradas las diferencias, continuamos con la marcha de nuevo a ritmo tranquilo
hasta que llegamos a la cuesta de Castejones. Aquí nos empezamos a dar cuenta
que van pasando los kilómetros casi sin darnos cuenta, pero que más o menos
llevaremos setenta y pico o así y además de que la cuesta se hace larga
comienzan a aparecer los primeros desenganchados de grupos que van por delante
nuestro.
Una vez
arriba, nos reagrupamos y es en Laguardia donde nos damos cuenta de que somos
unos globeros de órdago (al menos unos cuantos entre los que me incluyo). Dos
tiernos infantes con mountain bikes con ruedas como las de un camión, no solo
osan a ponerse a rueda!!!!!, no!!!!!!!, si no que van y nos atacan y encima al
final se escapan (alguno te dirá que les dejamos ir, pero te aseguro que se
marcharon ellos solos) y llegados al cruce hacia el puerto de Herrera, encima
nos esperan desafiantes como diciendo, “como vengáis por aquí os vamos a quitar
hasta la cinta del manillar de las bicis esas ultraligeras que lleváis”, lo que
pasa que nosotros les fastidiamos, y nos fuimos para Labastida, que se
fastidien……., a nosotros nos van a venir con chulerías………., que somos de la
Vitoriana y nos conocemos los trucos de los pros de sobra…………

En Zambrana
parada corta para sellar la txartela, repostar y vuelta a la bici.
El tramo
hasta Treviño se hizo bastante relajado, todos en grupeta tranquilamente, con
Felipe a la cabeza poniendo orden para que no hubiera intentos de acelerar el
grupo.

Una vez
allí, fichar de nuevo, recoger el regalo, que este año eran unas perneras
piratas, dos trocitos de melón y al Arkatza, donde es mejor no seguir contando
porque hubo un río de espuma que hizo que la vuelta a casa fuera como si en vez
en bici viajáramos en una nube.
Un 10 para
la organización de la BLAN y para toda la gente que participó, HASTA EL AÑO QUE
VIENE!!!!!!!!!!!!!
Por Sergio Fernandez Oleaga
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