El pasado sabado 17 de Septiembre se celebro la 56 edición de la Clásica Cicloturista BLAN. Organizada como todos los años por la Sociedad Ciclista Vitoriana, gracias sin duda a la colaboración voluntaria de su masa social y como no a los diversos patrocinadores que año tras año siguen apoyando el cicloturismo en Alava.
Una prueba ideal para cerrar con gusto el calendario cicloturista por gran parte de la grupeta: organizada por los compañeros de la sociedad y con un recorrido de sobra conocido y apto para realizar una buena media.
Con esa idea salia la grupeta este año. Tras varios años saliendo antes para evitar perder grupo en Azaceta este año nos conjuramos para salir a la hora indicada y hacer nuestro propio grupo. Sin preocuparnos por perder rueda y esperando a los compañeros. Este año se nos unieron 3 compañeros zamoranos.
Así lo hicimos, pero poco antes de llegar a Azaceta pinchazo de JJ, al ir disgregados por el grupo hubo quien no se percato del contratiempo y siguio adelante. Pero como habiamos acordado nos esperamos en la cima para emprender todos juntos camino hacia Campezo (no tardaron en llegar).
En el tramo de bajada hacia Campezo rodamos con un ritmo alegre que disminuyo un poco al coger el giro hacia la segunda subida del día: el Puerto de Aras. Durante la primera parte de la subida comande el grupo junto con el profe a un ritmo constante, pero en la segunda parte se tenso la cosa y tube que ceder unos metros en la cima. El descenso decidi tomarmelo con calma, ya que sabía que por mucho que corrieran en el avituallamiento iban a tener que parar.
Desafortunadamente no fue así y les alcance antes, debido a un susto de un compañero de Zamora que pincho en la bajada y sufrio una caida. Tras comprovar que estaba bien y que la ambulancia venía de camino a por él, seguimos el descenso hasta el avituallamiento.
Allí nos reagrupamos y aprovechamos para sacar alguna foto de equipo, junto con los invitados y algún otro compañero que se había escapado unos minutos antes en la salida:
Tras avituallarnos, saludar a los compañeros de la organización y comprobar que el compañero del percance se encontraba bien, pero le tocaría seguir la marcha en un coche de apoyo; proseguimos la marcha camino de Zambrana: un terreno rompe-piernas que depende como te lo tomes te puede pasar factura al final.
Hasta el repecho de Laguardia llegamos todos juntos, pero este repecho fue suficiente para descolgarme, claro indicativo de que no iba del todo fino, de modo que decido regularme haciendo grupo con José y poco más adelante con Dani que se detuvo a esperarnos. Los tres juntos continuamos haciendo camino a nuestro ritmo sin desgastarnos demasiado y recogiendo a algún compañero de la sociedad que se había quedado también en tierra de nadie. Mientras tanto el resto de la grupeta seguia avanzando hacia el avituallamiento con ritmo alegre. La diferencia de tiempo fue suficiente como para que nuestro fotografo particular (Felipe) realizará alguna instantanea más:
Eugenio y JJ, como se notan los entrenamiento por tierras cantabras.
Aquí vemos a Enrique, recuperando fuerzas tras el esfuerzo.
Y aquí tenemos a dos experimentados escaladores (M.A. y Javi), preparados para la última ascensión del día: Zaldiaran
A pesar de la diferencia de ritmo, al llegar a Zambrana les alcanzamos. Aunque conscientes de que su ritmo no era bueno para nosotros les dejamos arrancar con un poco de ventaja, al compañero Eugenio también le parecio buena idea bajar ritmo y juntos formamos un estupendo cuarteto dispuesto a terminar la marcha.
A la altura de Berantevilla nos alcanzo un numeroso grupo de la sociedad comandado por un CAN, que haría todo el trabajo hasta llegar a Treviño, creo que llevaba prisa (es broma). Y en el puerto cada uno con lo que le quedaba: me adelante un poco en la cuesta de la presa, pero pronto me alcanzaron y pasaron varios compañeros. Aunque fui capaz de no perder comba y volver a cogerlos para finalizar el puerto con ellos y recoger también a Javi (Txiki) a quien esta prueba se le suele hacer muy larga, probablemente debido a las vacaciones y al duro ritmo que sin duda debio imprimirse antes de llegar al puerto.
Una vez reagrupados arriba del puerto ya solo queda dejarse caer hasta Mendizorroza donde nos aguarda una cerveza bien fresquita y el recordatorio de este año: unos manguitos de la sociedad.
Finalmente una bonita media de 28 km/h.
Con esta marcha muchos, sino todos, cerramos nuestro calendario cicloturista y al menos yo empiezo a plantarme objetivos para el año que viene..., todo se andará.
P.D.1: En esta crónica falta la visión del grupo delantero, pero yo no estuve allí. Se agradeceran comentarios. Si los mandais al mail los podemos añadir en la crónica.
P.D.2: Si a alguno os dieron manguitos XL y quereis cambiarlos por unos L ya sabeis donde estoy.
Oscar
