La Organización de las Naciones Unidas no reconoce el 19 de abril como el día de la bicicleta o “Bicycle day”. Tampoco figura en su calendario, sí en la Unión Europea, el 22 de septiembre como el Día Mundial sin coches, alrededor del cual se suelen celebrar las semanas de la movilidad para concienciar y extender un uso racional y sostenible del transporte.
El 5 de junio sí es reconocido por la ONU como el Día Mundial del Medio Ambiente y sería otra fecha importante a tener en cuenta para aquellos que nos movemos en bicicleta y nos preocupamos y ponemos nuestro granito de arena al movernos en bicicleta.
Entonces, ¿por qué cada vez más organizaciones ciclistas celebran el 19 de abril como el Día Mundial de la bicicleta? Pues es una historia en la que se entrelazan un paseo en bicicleta y el descubrimiento del LSD (dietilamida de ácido lisérgico).
El 16 de abril de 1943, el suizo Albert Hofmann resintetizó la molécula de LSD que había descubierto 5 años antes. Accidentalmente absorbió a través de sus dedos una mínima cantidad de este alucinógeno potentísimo. Quedó impresionado durante dos horas por las luces kaleidoscópicas que pudo “ver”, con los ojos cerrados, así como formas geométricas, fuentes de colores y experimentar una especial capacidad imaginativa.
Tres días después, el 19 de abril de 1943 decidió ingerir una cantidad de 0,25 miligramos (una cantidad ínfima) con el fin de comprobar los efectos reales. Hoy día sabemos que el umbral de sensibilidad está en 0,20 miligramos, por lo que pudo experimentar una serie de efectos muy llamativos. La ingesta tuvo lugar a las 16:20 y media hora después ya comenzó a sentir repentinos e intensos cambios en su percepción, por lo que pidió a su asistente de laboratorio que le acompañara en bicicleta a su casa. Su estado empeoró rápidamente: comenzó a sufrir alucinaciones, ansiedad, identificó a su vecino como un ser maligno, mientras no mostraba cambios físicos importantes salvo unas pupilas extremadamente dilatadas. Al día siguiente se encontraba bien aunque siguió sintiendo algunos efectos menores.
Este descubrimiento se incluye junto a otros como el de la penicilina, el celuloide, la estructura del benceno, los post-it, el teflón o los polímeros en lo que se conoce como “serendipia”. Una serendipia es una forma de descubrimiento en el que el azar tiene una gran importancia, pero con una diferencia sustancial al descubriendo por simple suerte, y es que debe ir unido a la capacidad de análisis y descripción de una mente preparada científicamente.
Desde entonces, mucha gente, asociaciones y comunidades celebran este día para conmemorar el descubrimiento del LSD, pero también cada vez más asociaciones y grupos de ciclistas, completamente desvinculados del consumo de estas sustancias y sin ningún tipo de relación con el consumo de drogas, aprovechan el “Bicycle Day” para conmemorar ese primer “viaje” en bicicleta para reivindicar el uso de la bicicleta y el transporte sostenible.
Fuente.- curba.org
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