viernes, 14 de octubre de 2011

Salida del día doce, el Pilar

Son las 8:55 de la mañana y ya hay un gran número de gente reunida en la fuente de los patos, habitual punto de encuentro de los ciclistas de la Sociedad C. Vitoriana. 
Dan las 9:00 y salimos dirección Foronda. La mañana está muy fresquita y la niebla hace acto de presencia nada más salir de Vitoria. Al llegar a Nanclares la niebla empieza a desaparecer y la gente, subiendo Montevite, se empieza a animar y a subir el ritmo considerablemente. El pelotón se rompe en distintos grupos que vuelven a reagruparse en la bajada hacia Pobes. Cogemos dirección Igay a un ritmo tranquilo para que podamos llegar todos juntos a la subida del pueblo. Una vez coronado el alto, ya solo nos queda la bajada hacia Rivabellosa donde tenemos la parada y el control de firmas de esta salida. Algunos paramos para almorzar, tomar un café o simplemente para descansar. 
Después de firmar, salimos en dirección Rivaguda, unos antes y otros después, según la prisa que tenga cada uno por llegar. Normalmente los ciclistas de nuestra grupeta solemos hacer paradas breves ya que preferimos echar una cervecita en Vitoria después de la hazaña.
Sin apenas darnos cuenta, nos hemos plantado en el cruce de Rivabellosa. Es lo que tiene el ir hablando.  Van pasando los kilómetros hasta llegar a Treviño donde cogemos el desvío hacia el puerto de Zaldiaran, el reto del día, donde cada uno se las verá como pueda para subir la empinada cuesta. En el ascenso se parte el grupo. Los que están más en forma se disputan la subida, y esta vez Juan, sin que sirva de precedente, y con el permiso de Ramón, corona en primer lugar.
Arriba, se espera al resto del grupo, nos reagrupamos y bajamos hacia Vitoria, donde paramos en el restaurante Arkatza a tomar la susodicha cerveza mientras compartimos nuestras batallas y preparamos la próxima salida.

Por Miguel González

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