No hay dos sin
tres; o lo que es lo mismo, no hay 200 sin 300. Pocas semanas después de la
Brevet de 200 en la green capital, llegaba el día de la Brevet 300 organizada
por la PC Durana. Desde estas humildes lineas agradecer a la gente de la Durana
su disposición para organizar este tipo de eventos en la ciudad.
1.
Sábado 24 de mayo, 6h de una
mañana bastante fría y la Brevet comienza a rodar. Tras un corto primer tramo,
aún bajo la oscuridad, el grupo de 18 valientes vamos completando los primeros
kilómetros en la llanada Alavesa hasta llegar a Altsasu, primer control del
día. Sellar, mear, vacilar (con respeto) a la currela de la gasolinera y comer
una barrita. La marcha prosigue rumbo Pamplona. Poco que reseñar de estos primeros
100 km, sólo algun tramo de carretera “botona” y algo incómoda en la zona de
Uharte-Arakil y algunos repechos entre Irurtzun y Pamplona. Llegamos a la vieja
Iruñea y cruzamos toda la city para abandonarla por la zona de El Sadar y la
fábrica pamplonica con dirección Noain. Segundo control del día: firma, meada,
comer algo, tomar un café y descansar al calor.
La marcha prosigue hacia el siguiente objetivo del día: Puente La Reina/Gares, archiconocido punto de paso del camino de Santiago. Escasos 20 kms que, a pesar de algún problema mecánico sin mayor trancendencia, se hacen muy amenos debido a un terreno y viento favorable. Repetimos la jugada: firma, y lo típico. Ponemos rumbo hacia la rivera Navarra por el tramo de repechos que une Mendigorria con Lerín hasta Cárcar y su repechaco. Primeros problemas musculares para uno y el grupo se fractura (no sólo debido esto) para conscientemente reagruparnos en Lodosa.
Lodosa, km 190. Parada larga del día para zamparnos un menu de día y reponer fuerzas. A la salida del pueblo, un buen repecho nos ayuda con la digestión. Desde aquí hasta Los Arcos unos buenos repechos donde los kilometros ya empiezan a pesar y algunos ya empiezan a castigar al resto. Siguente parada Santa Cruz de Campezo. Firma, meada, refresco y 240km en las piernas. Empieza la “fiesta” del día en el tramo incómodo y rompepiernas que va desde Campezo hasta Peñacerrada. Llegados a este punto cada uno hace la guerra por su cuenta y algunos sus “delicias” en el repechón (que asco le tengo) de Pipaon para volver a reagruparnos en Peñacerrada, km 275. Última firma del día y el grupo se divide en dos para llegar hasta Vitoria.
Peñacerrada-Gasteiz es el típico tramo de repechos donde además siempre aparece ese molesto viento de cara. Esa sería la tónica general del tramo final de la Brevet: viento de cara. Afrontamos el Puerto de Vitoria, primera y última “dificultad” montañosa oficial del día. El puerto Vitoria es una tachuelilla de apenas 2 km de subida real pero que con 300 km en las patas a algunos les/nos pareció estar ascendiendo el Marie-Blanque. Y por si el viento de cara no os pareciera suficiente, una vez coronados apareció el elemento que hasta entonces nos había respetado: el agua. Y en forma de ¿granizo?!, o eso me pareció a mí. Dejarse caer hasta Vitoria, entregar la cartilla de firmas y los 300km completados, a una media nada despreciable de 29km/h (en mi cuentakilometros). Llegada a eso de las 19:25h si mal no recuerdo.
La marcha prosigue hacia el siguiente objetivo del día: Puente La Reina/Gares, archiconocido punto de paso del camino de Santiago. Escasos 20 kms que, a pesar de algún problema mecánico sin mayor trancendencia, se hacen muy amenos debido a un terreno y viento favorable. Repetimos la jugada: firma, y lo típico. Ponemos rumbo hacia la rivera Navarra por el tramo de repechos que une Mendigorria con Lerín hasta Cárcar y su repechaco. Primeros problemas musculares para uno y el grupo se fractura (no sólo debido esto) para conscientemente reagruparnos en Lodosa.
Lodosa, km 190. Parada larga del día para zamparnos un menu de día y reponer fuerzas. A la salida del pueblo, un buen repecho nos ayuda con la digestión. Desde aquí hasta Los Arcos unos buenos repechos donde los kilometros ya empiezan a pesar y algunos ya empiezan a castigar al resto. Siguente parada Santa Cruz de Campezo. Firma, meada, refresco y 240km en las piernas. Empieza la “fiesta” del día en el tramo incómodo y rompepiernas que va desde Campezo hasta Peñacerrada. Llegados a este punto cada uno hace la guerra por su cuenta y algunos sus “delicias” en el repechón (que asco le tengo) de Pipaon para volver a reagruparnos en Peñacerrada, km 275. Última firma del día y el grupo se divide en dos para llegar hasta Vitoria.
Peñacerrada-Gasteiz es el típico tramo de repechos donde además siempre aparece ese molesto viento de cara. Esa sería la tónica general del tramo final de la Brevet: viento de cara. Afrontamos el Puerto de Vitoria, primera y última “dificultad” montañosa oficial del día. El puerto Vitoria es una tachuelilla de apenas 2 km de subida real pero que con 300 km en las patas a algunos les/nos pareció estar ascendiendo el Marie-Blanque. Y por si el viento de cara no os pareciera suficiente, una vez coronados apareció el elemento que hasta entonces nos había respetado: el agua. Y en forma de ¿granizo?!, o eso me pareció a mí. Dejarse caer hasta Vitoria, entregar la cartilla de firmas y los 300km completados, a una media nada despreciable de 29km/h (en mi cuentakilometros). Llegada a eso de las 19:25h si mal no recuerdo.
Ducha, cena y a dormir.
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