Al final tardamos 78 horas, aunque
todavía no hay lista oficial de tiempos, pero si el tiempo total para realizar
el “paseo” era 90 horas y finalizaba a las 4 de la tarde del viernes y llegamos
a las 4 de la madrugada del viernes, es decir 12 horas antes, pues a por la
calculadora y a restar.
El primero que llegó fue Julian
Sanz, y tardó 50 horas y 15 minutos, o sea, que nos sacó un día entero. Crack!!!!!!!!!!!
Nosotros quedamos en la mitad de
los participantes, por lo que nos iban diciendo en los controles, aunque como
os digo no hay todavía datos oficiales.
Fuimos los últimos de la Vitoriana,
ya que Rober tardo 68 horas y Román y Maria Jesús 72 horas.
Yo es la primera vez que participo
en una prueba de este tipo y en mi opinión tienen dos alicientes que son los
que motivan y te animan a apretar cuando flaquean las fuerzas.
Por un lado, tiene el reto de tener
que hacerlo en un tiempo determinado, es decir, si tienes un día malo, no
puedes plantearte el decir que te vas a tirar 24 horas sin dar pedales porque
ya no llegas, con lo cual, aunque los plazos de apertura y cierre de los
controles son muy amplios y no hace falta ir en plan competi, siempre tienes
que tener cierta ventaja al horario de cierre para que en el caso de averías o
imprevistos (que como podéis haber visto ocurren a tutiplé), pues no quedarte
fuera del control por una tontería o no tan tontería.
Hubo gente que se retiró en Ayllon,
a falta de 150 km más o menos, por problemas mecánicos, eso que sepamos
nosotros.
Y luego tiene un puntito de
aventura, pues a pesar de que nosotros habíamos realizado las brevets, e
incluso la de 600 km en dos ocasiones, en ninguna de ellas nos había pasado
nada comparado con lo que nos ha ocurrido aquí, en que parecía que estábamos
gafados.
Entonces, ese puntito de aventura
también hace que te fluya la adrenalina y que motive el participar en este tipo
de cosas.
El “entrenamiento” que yo he
seguido para preparar esto es la de hacer las brevets de 200, 300, 400 y 600
km, esta última en dos ocasiones, y la siguiente etapa más larga en la que he
participado ha sido en la prueba Vitoria que son 250 km. El resto de salidas,
creo que la más larga que he hecho es una de 134 km o algo así con la Sociedad
Vitoriana. Salir en bici los sábados y festivos y luego entre semana spinning,
porque no puedo salir en bici.
Con esto y un poco de cabeza (no
volverte muy efusivo en los momentos que tienes buenos, ni hundirte en la
miseria en los malos, comer y beber con regularidad y no meterte en grupos que
te lleven fuera del punto), se puede hacer esta prueba al menos sin el más
mínimo problema, es más, disfrutando y echando unas risas, aunque también hay
momentos en que te preguntas para que narices te has metido en este lío, que no
te aporta nada, pero enseguida se te pasa y tiras para adelante tan campante.
Como cosas para invertir euros os
diré, que en mi caso me he gastado la pasta en un pantalón Assos, para llevar
más confortable el culo y creo que me ha funcionado bastante bien, porque he
acabado infinitamente mejor que en las de 600 km con el pantalón de la
sociedad. Aquí me gasté 134 euros (me lo regalaron pero sale del mismo fondo
común) y luego en la luz, que me gasté 100 euros más otros casi 50 en dos pilas
de repuesto y esto se quedó en el coche sin estrenar.
La luz de atrás era del Decatlhon y
creo que me costó en torno a los 10 euros.
La alforja, o como se llamé, que es
una parrilla atada a la tija del sillín con una bolsa Spiuk encima me costó
todo 60 euros, y pesar de que la tija es ovalada y el de la tienda me hizo un
invento para poderla atar con ciertas garantías, me ha funcionado francamente
bien.
Buenos, pues basta de rollo, un
saludo a todos los que participaron, a los que os habéis chupado el rollo que
os metido y en especial a los compis de aventura Juan, Juan Carlos, Carlos y
Bienve.
Pues eso es todo. Fin.
Me alegro que llegarais tan bien, bueno, pasando bastantes penalidades como todo dios, jajaja. Yo llegué unas 5 horas antes que vosotros y no tardé ni media en estar roncando en la tienda de campaña, y me levanté sobre las 11 de las mañana. Por lo que no pude echarme unas cervezas con vosotros, vaya, pero ya nos las echaremos cuando coincidamos en alguna brevet, ahora ya no nos podrá negar Juan que somos randoners. Hasta la vistaaa.
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