martes, 10 de septiembre de 2013

CRONICA MGM 2013. 3ª PARTE Y ULTIMA



Al final tardamos 78 horas, aunque todavía no hay lista oficial de tiempos, pero si el tiempo total para realizar el “paseo” era 90 horas y finalizaba a las 4 de la tarde del viernes y llegamos a las 4 de la madrugada del viernes, es decir 12 horas antes, pues a por la calculadora y a restar.

El primero que llegó fue Julian Sanz, y tardó 50 horas y 15 minutos, o sea, que nos sacó un día entero. Crack!!!!!!!!!!!

Nosotros quedamos en la mitad de los participantes, por lo que nos iban diciendo en los controles, aunque como os digo no hay todavía datos oficiales.

Fuimos los últimos de la Vitoriana, ya que Rober tardo 68 horas y Román y Maria Jesús 72 horas.

Yo es la primera vez que participo en una prueba de este tipo y en mi opinión tienen dos alicientes que son los que motivan y te animan a apretar cuando flaquean las fuerzas.

Por un lado, tiene el reto de tener que hacerlo en un tiempo determinado, es decir, si tienes un día malo, no puedes plantearte el decir que te vas a tirar 24 horas sin dar pedales porque ya no llegas, con lo cual, aunque los plazos de apertura y cierre de los controles son muy amplios y no hace falta ir en plan competi, siempre tienes que tener cierta ventaja al horario de cierre para que en el caso de averías o imprevistos (que como podéis haber visto ocurren a tutiplé), pues no quedarte fuera del control por una tontería o no tan tontería.

Hubo gente que se retiró en Ayllon, a falta de 150 km más o menos, por problemas mecánicos, eso que sepamos nosotros.

Y luego tiene un puntito de aventura, pues a pesar de que nosotros habíamos realizado las brevets, e incluso la de 600 km en dos ocasiones, en ninguna de ellas nos había pasado nada comparado con lo que nos ha ocurrido aquí, en que parecía que estábamos gafados.

Entonces, ese puntito de aventura también hace que te fluya la adrenalina y que motive el participar en este tipo de cosas.

El “entrenamiento” que yo he seguido para preparar esto es la de hacer las brevets de 200, 300, 400 y 600 km, esta última en dos ocasiones, y la siguiente etapa más larga en la que he participado ha sido en la prueba Vitoria que son 250 km. El resto de salidas, creo que la más larga que he hecho es una de 134 km o algo así con la Sociedad Vitoriana. Salir en bici los sábados y festivos y luego entre semana spinning, porque no puedo salir en bici.

Con esto y un poco de cabeza (no volverte muy efusivo en los momentos que tienes buenos, ni hundirte en la miseria en los malos, comer y beber con regularidad y no meterte en grupos que te lleven fuera del punto), se puede hacer esta prueba al menos sin el más mínimo problema, es más, disfrutando y echando unas risas, aunque también hay momentos en que te preguntas para que narices te has metido en este lío, que no te aporta nada, pero enseguida se te pasa y tiras para adelante tan campante.

Como cosas para invertir euros os diré, que en mi caso me he gastado la pasta en un pantalón Assos, para llevar más confortable el culo y creo que me ha funcionado bastante bien, porque he acabado infinitamente mejor que en las de 600 km con el pantalón de la sociedad. Aquí me gasté 134 euros (me lo regalaron pero sale del mismo fondo común) y luego en la luz, que me gasté 100 euros más otros casi 50 en dos pilas de repuesto y esto se quedó en el coche sin estrenar.

La luz de atrás era del Decatlhon y creo que me costó en torno a los 10 euros.

La alforja, o como se llamé, que es una parrilla atada a la tija del sillín con una bolsa Spiuk encima me costó todo 60 euros, y pesar de que la tija es ovalada y el de la tienda me hizo un invento para poderla atar con ciertas garantías, me ha funcionado francamente bien.

Buenos, pues basta de rollo, un saludo a todos los que participaron, a los que os habéis chupado el rollo que os metido y en especial a los compis de aventura Juan, Juan Carlos, Carlos y Bienve.

Pues eso es todo. Fin.














1 comentario:

  1. Me alegro que llegarais tan bien, bueno, pasando bastantes penalidades como todo dios, jajaja. Yo llegué unas 5 horas antes que vosotros y no tardé ni media en estar roncando en la tienda de campaña, y me levanté sobre las 11 de las mañana. Por lo que no pude echarme unas cervezas con vosotros, vaya, pero ya nos las echaremos cuando coincidamos en alguna brevet, ahora ya no nos podrá negar Juan que somos randoners. Hasta la vistaaa.

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