Fin de semana completo, dos días, dos salidas y encima con sol, YA ERA HORA!!!!!!!!!
El sábado como siempre en la rotonda de costumbre, siendo entre 10 y 15 aproximadamente los presentes y con una mañana muy, muy fresquita, de unos 2-3 ºC.
A pesar de que la ruta prevista en el calendario sabatino era la vuelta a Egino en el sentido de las agujas del reloj, por decisión unánime se decidió modificarla, ya que aunque es una vuelta chula, a fuerza de repetirla todo el invierno y los últimos fines de semana, pues se vé que ha empezado a cansar un poco a los miembros de la grupeta.
Por todo ello entre Ramón y Miguel buscaron una alternativa que también contó con el visto bueno unánime de los presentes y que consistía en bajar Barazar y subir Dima.
Así que suave, suave nos dirigimos hacia Landa y aunque el frío era importante en estos primeros compases, podíamos disfrutas de que no hiciera ni gota de viente, OH SORPRESA!!!!!! El pantano estaba como un espejo, no había ni un pequeño rizo sobre la superficie.
Con las mismas continuamos muy tranquilamente hasta coronar Barazar, donde nos lanzamos hacia abajo disfrutando como perracos (ya era hora de que llegaran puertos en los recorridos, no tanto para subirlos, como para bajarlos, je, je, je).
Una vez abajo, paramos un poco para reagruparnos, y he aquí donde sucedió la el choque del día, MA le pegó a Miguel por detrás con la mala suerte de que la ruede delantera de uno pegó ligeramente en el desviador trasero del otro, dando lugar a que a partir de dicho momento, el cambio de Miguel no fuera fino, fino, aunque eso no impidió que se pudiera continuar la marcheta con normalidad. Txatxe! Que estabas mirando? A la …..
Una vez en Dima, comenzamos la ascensión de este puerto, que si bien no es duro, es largo como un día sin pan, además como tampoco es de los habituales, al menos en mi caso, no terminas de conocerlo y el tramo final se te hace más largo, porque crees que tienes que estar llegando y siempre aparece otra curva que indica que la rampa continua.
En los primeros compases de la subida es cuando detectamos que estábamos muy abrigados para el día que hacía, así que nos soltamos cremalleras para refrigerar y hasta arriba.
En el alto recuperar el aliento y hacia Gasteiz. Aquí es donde apareció el viento y nos estuvo dando de frente hasta la llegada, como no podía ser de otro modo, pero después del invierno ventoso que llevamos, no nos vamos a quejar.
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